El cero absoluto es una temperatura teórica y límite en la escala de temperatura Kelvin (K), donde las moléculas y partículas subatómicas no poseen movimiento térmico. En términos químicos, se define como la temperatura más baja posible, correspondiente a 0 Kelvin o aproximadamente -273.15 grados Celsius.
A nivel molecular, el cero absoluto implica que todas las partículas están completamente en reposo, sin vibración, rotación o traslación. A esta temperatura, se alcanza el nivel de energía más bajo, conocido como el estado fundamental. La energía térmica de las partículas se acerca a cero, y no se observa ninguna actividad térmica.
El cero absoluto es un concepto fundamental en la física y la química, y se utiliza como referencia en diversas investigaciones y teorías. Por ejemplo, es relevante en el estudio de la termodinámica, ya que proporciona una base para comprender el comportamiento de las sustancias a diferentes temperaturas. Además, el cero absoluto es importante para describir fenómenos como la dilatación térmica, la cinética molecular y las transiciones de fase.
Aunque alcanzar el cero absoluto en la práctica es imposible, se ha logrado enfriar sustancias a temperaturas extremadamente bajas, muy cercanas a este límite teórico. La investigación en física cuántica y la refrigeración criogénica han permitido alcanzar temperaturas muy bajas, proporcionando información invaluable sobre el comportamiento de la materia en condiciones extremas.